Visitar Purmamarca y las Salinas Grandes (II)

Hoy empezamos temprano ya que era el primer día a dedo y no sabíamos cuando tardarían en levantarnos. Alexis nos recomendó tomar primero un bus de San Salvador de Jujuy hasta un pueblo muy cercano, Yala, porque en las afueras de la ciudad suele ser más difícil. El bus nos costó diez pesos (y pudimos usar la SUBE de Buenos Aires) y en veinte minutos nos plantamos en Yala un pueblecito muy pequeño ideal para el dedo. A los cinco minutos ya nos llevaban de camino a Purmamarca nuestra siguiente parada.

En media hora nos plantamos a Purmamarca que nos enamoró desde el primer minuto. Para mi es lo más lindo del norte y totalmente imprescindible. Se trata de un pequeño pueblo que mantiene la estética antigua con casas de barro, calles sin asfaltar, rodeado literalmente de unos cerros (montañas) de colores. De hecho desde allí mismo se aprecia el espectacular Cerro de los 7 Colores, Patrimonio Natural de la Unesco.

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Purmamarca con el cerro de 7 colores de fondo

El pueblo además de bonito, está preparado para el turismo con bastantes sitios a los que hospedarse y muchas paraditas de artesanía. Nosotras nos hospedamos en el hostal “Don Tomás” por 130 pesos cada una en una habitación de 6 pero dónde sólo había otra chica, sin desayuno.

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Plaza central de Purmamarca

Otro de los atractivos de Purmamarca es su cercanía con las Salinas Grandes. De hecho nosotras pensábamos que estaban allí mismo, pero están a unos 60km y el camino se hace largo ya que la carretera tiene muchas curvas (aunque las vistas son impresionantes). Además sube a mucha altura (el punto más alto está a 4170 metros) por lo que se puede sentir mareo y malestar. Para combatir el mal de altura nada mejor que masticar hojas de coca (lo mezclan con bicarbonato para hacerte salivar) u otra planta que nos dieron para oler pero no recuerdo el nombre.

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Montañas en la carretera dirección a las Salinas

La carretera atraviesa las salinas y sigue hacia Chile por lo que es muy transitada. ¡Allí tuvimos nuestra primera experiencia en camión!

Las salinas son muy bonitas aunque cuando nosotras las vimos estaban más marrones y hay días en las que se las puede ver más blancas y haciendo más espejo. De todas formas como eran las primeras que veíamos en la vida nos gustaron mucho. No hay mucho que hacer allí más que tomarse fotos y disfrutar de la vista por lo que en 40min-1h como mucho ya es suficiente. No fue nuestro caso, pero dicen que al estar tan altas puede hacer frío.

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Salinas Grandes

Casualmente de vuelta también nos paró un camión, y en otros 40 minutos volvimos a Purmamarca dónde comimos. En el norte se pueden probar platos regionales como por ejemplo la llama (muy rica) la humita (bola de maíz rellena de carne) y el tamale (también es una masa de maíz que a veces lleva queso, verduras) además de las típicas empandas (dicen que las mejores están en esta zona) o la milanesa que encuentras en todas partes.

Otra visita obligada es el “Paseo de los Colorados” un sendero que sale de la misma Purmamarca y da una vuelta a los cerros durante una hora aproximadamente. Hicimos un trozito y aunque el sol ya iba de baja nos pareció impresionante igualmente. Los colores y las formas de estas montañas son sencillamente indescriptibles.

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Montañas durante el paseo de los Colorados

Un poco aturdidas por el sol y la altura cenamos y nos tomamos una Salta (cerveza típica de la zona junto con la Norte, pero en realidad son del mismo propietario que las populares Quilmes y Brahma).

Siguiente etapa: Purmamarca-Humahuaca-Iruya


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