¿Qué ver en Milán?

En esta ocasión y aprovechando la visita de mi pareja por semana santa, decidimos volver a alquilar un coche en Ginebra e ir hasta Milán. Decidimos compartir gastos mediante blablacar lo cual fue una decisión muy acertada porque, si bien no es un trayecto muy largo (3h30min), los peajes son carísimos así que es mucho mejor compartir.

Como nos esperábamos, caravana en el túnel del Mont Blanc. Menos mal que habíamos salido temprano y tuvimos tiempo para visitar la ciudad sin problemas. Una de las chicas que llevábamos al coche nos pidió parar en Rho, una ciudad periférica de Milán. Ya nos pareció bien porque habíamos leído que aparcar en la ciudad está difícil. Así que dejamos el coche allí sin problemas de aparcamiento gratuito y cogimos un tren (2’5€ el trayecto) dirección Puerta Garibaldi dónde nos plantamos en 20 minutos.

Des de allí se puede recorrer el centro a pie sin problema. Igual que me paso con la anterior escapada a Itália, no sé si será por el clima, la comida, el ambiente más ‘latino’ o qué, pero me encantó. Creo que volvería mil veces a Itália y nunca me cansaría.

Milán
Galería Victor Manuel II

Más o menos seguimos este recorrido (ruta roja).

Creo que también influyó el hecho que todo el mundo me había hablado bastante mal de Milán. Cierto que si lo comparas con Florencia, Roma o Venecia se queda un poco corta, pero tiene su encanto. El Duomo es ciertamente espectacular y hay multitud de pequeñas iglesias y restos arqueológicos que van apareciendo en tu camino casi sin darte cuenta. Toda la plaza del Duomo es muy bonita y da acceso a la famosa galería Víctor Manuel II con muchas tiendas más o menos caras. Muy recomendable la visita también a al Castillo de los Sforza (por cierto comimos un helado espectacular en una heladería muy cercana a la puerta principal delante del metro de Cairoli).

Castillo de los Sforza
Duomo de Milán
Interior del Duomo

Cenamos, como no, pizza y pasta en un sitio bastante cutre, pero muy bueno cerca de la Iglesia San Marco dónde hay una calle llena de restaurantes. Volvimos a puerta Garibaldi (por cierto justo al lado hay un centro comercial/oficinas con un edificio altísimo bastante espectacular) y cogimos el tren de vuelta a Rho.

De Rho recuperamos el coche y nos fuimos a Saronno, otra ciudad periférica. Si tenéis la intención de visitar los lagos del norte de Italia yo os recomiendo esta opción. Alojarse fuera de Milán es más barato y está más cerca de los lagos (aquí podéis leer la crónica del Lago Como y del Lago Maggiore ). Aunque habíamos encontrado un Airbnb tirado de precio canceló nuestra reserva por un contratiempo a pocos días de nuestra llegada. Siendo semana santa estaba todo a tope así que cogimos lo que pudimos. Aun así muy satisfechos: Hotel Firenze, 79€ dos noches en habitación doble muy arreglá y con buen desayuno. Lo único es llevar GPS porque cuesta bastante de encontrar.

Volver a Italia.


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