Después de vistar Milán y el Lago de Como, nos despedimos de Saronno y cogimos el coche dirección Stresa. Tardamos una hora y al igual que el día anterior, la carretera que bordea el lago es estrecha, pero bonita. Nos costó bastante encontrar aparcamiento, pero al final de muchas vueltas pudimos aparcar gratis. Stresa es un pueblo muy pequeño y da la sensación que no vive nadie, solo hay hoteles.
Nos dirigimos al puerto donde había como 20 italianos dando la brasa para que compres el ticket del ferry. Aquí pagamos la novatada y les compramos un billete combinado para ir a Isola Pescatore y Isola Bella por 12€. Los botes son pequeños y salen cada media hora lo que provocaba una cola bastante larga. En busca de un lavabo vi que justo al lado del punto de venta de billetes había una estación bastante grande que ponía en italiano «Servicio público de Ferrys». Vale, ahora entiendo porque tantos tíos «ayudándote» a comprar los tickets… La compañía pública aparte de ser un par de euros más barata tiene unos barcos más grandes por lo que no hay nadie esperando.
Con un poco de morro fuimos a uno de los italianos y le dijimos que nos teníamos que ir por una ‘urgencia’, no sin antes remolonear bastante nos devolvió el dinero. Así que cogimos los ferrys públicos con el mismo recorrido y en unos minutos nos plantamos a Isola Bella.
Las Isolas, como su nombre indica, son islas muy pequeñas en medio del lago que le dan un aire mágico al mismo. En Stresa no hay mucho que ver así que si vais al lago Maggiore lo mejor es coger el ferry y visitar las islas. Además de la Isola Bella y la Isola Pescatore hay otra, la Isola Madre, que no visitamos, pero estas dos nos parecieron muy bonitas y recomendables.
En Isola Bella hay un castillo bastante grande pero la entrada costaba 18€ así que decidimos no entrar. No os preocupéis que hay otras cosas a hacer aparte del castillo. Pasamos la mañana recorriendo las diminutas callejuelas de Isola Bella, comimos (aunque son muy pequeñas no os preocupéis que se nota que viven del turismo y hay mucha oferta hostelera) y por la tarde cogimos el ferry hasta Isola Pescatore para pasar la tarde sin prisas callejeando.
Personalmente, me gustó más el Lago de Como que el Maggiore, pero puede que influye el hecho de que fue un día menos soleado. Cogimos el coche y de vuelta a Ginebra por carretera paramos muy brevemente al lago de Orta, un pequeño lago con encanto, aunque la carretera para llegar hace bastantes curvas.
Viaging 